Rosa Ferrer nació en Barcelona en 1935. Su padre era violinista. Admiradora de Conchita Piquer desde muy niña, y tras aprender música y danza en una academia, comenzó actuando en unos «Nidos de Arte», locales de aficionados que existían en la Ciudad Condal. Su primer sueldo lo obtuvo en un local situado en los sótanos del Liceo. Con dieciséis años, encabezó un espectáculo de variedades en el Teatro Talía, "Menta y canela".
En Madrid se dio a conocer en "Cabalgata fin de semana", programa de la cadena Ser. Cantó Sierra de luna, que sería una de sus coplas más conocidas, que incluyó en su primer disco.
En 1956 hizo su presentación en el Circo Price con Pepe Baldó y otros jóvenes artistas. Y en agosto de 1957 formó parte del espectáculo de Miguel de Molina en el madrileño Teatro Albéniz, en su fugaz reaparición después de su exilio argentino.
Lo más notable que hizo en años posteriores, en los que no dejó de actuar en diferentes espectáculos, fue estrenar, en 1968, en el Teatro de la Zarzuela, de Madrid, "Pasodoble", junto a Rocío Jurado.
Su carrera prosiguió, aunque de un modo discontinuo. Seguía en activo en la década de los noventa. Una artista dotada de gran voz y buen estilo, aunque su repertorio fuera escaso.
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