María de la Ó |
Compositor/Letrista |
Quiroga, León, Valverde |
Letra |
Para mis manos tumbagas, para mis caprichos moneas. Y para mi cuerpo lucirlo mantones bordaos, vestidos de seda. La luna que yo pida, la luna que me da. Que para eso mi payo maneja más plata que tiene un sultán. Envidio tu suerte, me dicen algunas al verme lucir. Y no se saben todas la envidia que ellas me causan a mí. María de la O, que desgraciadita gitana tú eres teniéndolo todo. Te quieres reír y hasta los ojitos los tienes morados de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita deje yo al gitano que fue mi querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Es la crucecita que llevas a cuestas María de la O. Para su sed fui el agua, para su frío candela. Y para sus besos amantes, entre sus brazos mis carnes morenas Querer como aquel nuestro, no hay en el mundo dos. Maldito dinero que así de su vera a mí me apartó. Serás mas que reina me dijo a mí el payo y yo le creí. Mi vida y mi oro daría yo ahora por ser lo que fuí. María de la O, que desgraciadita gitana tu eres teniéndolo todo. Te quieres reír y hasta los ojitos los tienes morados de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita dejé yo al gitano que fué mi querer. Castigo de Dios, castigo de Dios es la crucecita que llevas a cuestas María de la O, María de la O |
Intérprete |
Estrellita Castro |
Buscador
Mostrando entradas con la etiqueta Carmen Amaya. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carmen Amaya. Mostrar todas las entradas
domingo, 18 de abril de 2021
María de la Ó - Estrellita Castro
Labels:
Carmen Amaya,
coplas,
Manuel Quiroga,
Rafael de León,
Salvador Valverde
jueves, 5 de junio de 2014
La hija de Juan Simón
El
mayor éxito cinematográfico de Angelillo fué: La hija de Juan
Simón. Se trataba de un folletín en el que una mujer de pueblo se
enamorisca de un actor de cine que casualmente visita aquel lugar
para rodar una película, en tanto que un modesto muchacho que ha
prohijado el padre de la chica, ve perdidas sus ilusiones de casarse
con ésta, quien vivirá en Madrid serios desengaños cuando trata de
encontrarse con aquel galán que la seduce, para luego abandonarla.
La muchacha regresará, desengañada, al pueblo donde morirá. Su padre, que era enterrador, ha de dar sepultura a su hija, mientras el ahijado recordará siempre a su desventurado amor. Este último papel lo interpretó Angelillo, que cantaba la popularísima milonga que daba título a la película.
Muchos espectadores de entonces se emocionaban con tan sencilla como elemental y lacrimógena historia. Lo cierto es que estaba magníficamente realizada; no en vano, de su producción se encargó Luis Buñuel, quien determinó, a mitad de rodaje, que el director elegido, Nemesio Sobrevilla no era el adecuado, sustituyéndolo por el entonces novel José Luis Sáenz de Heredia, que concluyó el filme, en el que tuvo una destacada intervención la extraordinaria «bailaora» Carmen Amaya.
Para Angelillo, La hija de Juan Simón le supuso su consagración definitiva como ídolo popular.
(canta Angelillo)
La muchacha regresará, desengañada, al pueblo donde morirá. Su padre, que era enterrador, ha de dar sepultura a su hija, mientras el ahijado recordará siempre a su desventurado amor. Este último papel lo interpretó Angelillo, que cantaba la popularísima milonga que daba título a la película.
Muchos espectadores de entonces se emocionaban con tan sencilla como elemental y lacrimógena historia. Lo cierto es que estaba magníficamente realizada; no en vano, de su producción se encargó Luis Buñuel, quien determinó, a mitad de rodaje, que el director elegido, Nemesio Sobrevilla no era el adecuado, sustituyéndolo por el entonces novel José Luis Sáenz de Heredia, que concluyó el filme, en el que tuvo una destacada intervención la extraordinaria «bailaora» Carmen Amaya.
Para Angelillo, La hija de Juan Simón le supuso su consagración definitiva como ídolo popular.
La hija de Juan Simón | LETRA | MÚSICA |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)