Emilio Jiménez Gallego nació en Melilla en 1924 y es conocido artísticamente como Emilio el Moro, fue un cantaor, guitarrista y humorista español.
Aficionado al flamenco desde su infancia, en 1939, a los quince años de edad, se presentó por primera vez ante el público, ganando consecutivamente siete concursos de cante, interpretando diversos géneros como fandangos, soleás, tientos, polos o cañas. Llegó a ser el más prometedor cantaor de flamenco del norte de África. Simpático y bromista, un día cantó flamenco al estilo árabe y fue tal la ovación que consiguió que decidió crear el personaje de Emilio el Moro.
En 1949 se trasladó a Madrid y, ataviado con chilaba, turbante, babuchas y barba, obtuvo un extraordinario éxito que repercutió en toda España, empezando su carrera en 1952. Emilio bailaba y tocaba la guitarra y creó un tipo de humor nuevo que le llevó a ser una de las primeras figuras entre los humoristas españoles, versionando los éxitos musicales de la época cambiándoles la letra y aflamencándolos. Siempre actuaba tocado con un fez y acompañado de su guitarra.
También tuvo varias apariciones cinematográficas, como en La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona, película basada en el libro de Camilo José Cela.
Poco a poco, Emilio el Moro fue cayendo en el olvido ya que su estilo humorístico no resistió el paso del tiempo.
El cantante Carlos Cano le dedicó el tema Las murgas de Emilio el Moro que incluyó en su álbum Cuaderno de coplas, de 1984. La canción, llena de quiebros a la lógica y de figuras disparatadas, llevaba la dedicatoria «Para don Emilio Jiménez, Emilio el Moro, que me alegró las colas de la leche americana y el cartón de pobre. ¡A su salud!».
Murió trágicamente en 1987 en Orito (Alicante) al encenderse un cigarrillo y hacer explotar una bombona de gas, causándole graves quemaduras.
(Según Wikipedia)
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