Cantaba y bailaba de un modo admirable, no en vano fue adiestrada por Pastora Imperio y Pilar López. Fue un error que algunos pensaran en ella como sustituta de Lola Flores al emparejarse con su padre. Tal vez su parentesco le privó de mayores éxitos. Porque era «la hija de Caracol» y daba la impresión de que no poseía personalidad propia. Todo lo contrario. Luisa Ortega ha sido una de las mejores cantantes en su género y no se le hizo justicia.
De Quintero, León y Quiroga eran estas canciones: «El retrato de Rosa María», «Amparo», «Coplas del barquero», «Con mis propios ojos», «Manolito Clavé», «Torres de España», «Rosario la de Marbella», «Campanitas del alba»,«¡Ay, pena, penita!», «No puedo vivir contigo», «Dejarme cantar», «Tercio de quites», «Paca la Bomba», «La paloma y el río», «Viva el Madrid calesero», «Jazmín y candela», «Paseíto de los tristes», «Corazón preso» y «La copla nueva». Estuvo actuando con su padre varios años y representó los espectáculos «Torres de España», en 1953, «Color moreno» en 1954 y «La copla ha vuelto» en 1961. También hizo con él un viaje a Hispanoamérica en 1960.
En 1965 intervino en el espectáculo de Antonio Molina «La copla y el cante», en el circo de Price. Con su marido, el extraordinario pianista gitano Arturo Pavón (con quien contrajo matrimonio en 1957) actuó en múltiples ocasiones, formando una magnífica pareja. Sobre todo en su «tablao» de la madrileña calle de Barbieri, «Los canasteros».
Lamentablemente, la producción discográfica de ambos es muy escasa, comparándola con su calidad
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