Lola Flores

Se trata, sin lugar a dudas, de la principal exponente de las cualidades de esta familia de artistas. Su verdadero nombre era Dolores Flores Ruiz, nacida en Jerez de la Frontera (España) en 1921.

Fue en su tierra natal donde pronto manifestó su temperamento artístico, lo que le sirvió para ganarse la vida durante la posguerra española. A los 16 años ya había llamado la atención de algunos empresarios de compañías de espectáculos y variedades, en las que se integró hasta llegar a Madrid, donde trabó amistad en 1943 con el mítico cantaor y guitarra sevillano Manuel Ortega Suárez, más conocido como Manolo Caracol, con quien formó una de las parejas más admiradas y populares del arte flamenco de la época.

En 1947, después de algunas incursiones en la gran pantalla, se había convertido ya en la estrella indiscutible de la productora española Suevia Films y gozaba del respaldo del influyente Cesáreo González. Trabajó en películas como Embrujo (1947, de Carlos Serrano de Osma), junto a Caracol y Fernando Fernán Gómez; María de la O (1959, de Ramón Torrado) y Una señora estupenda (1967, de Eugenio Martín), ambientada en México. Lola Flores se transformó progresivamente en un personaje que conquistaba sin paliativos el favor del público.

Por su carisma fue llamada ‘La Faraona’ y por las devociones que despertaba llevando por el mundo el nombre de su país a modo de embajadora honorífica, recibió el sobrenombre de ‘Lola de España’, que hecho canción se convertiría en uno de los temas fundamentales de su repertorio habitual. Con los años, su estrella declinó un tanto, dado el encasillamiento que había sufrido su figura, pero se mantenía fiel a la identidad de su personaje: racial, imprevisible, resuelto, deslumbrante siempre. En los años ochenta realizó, junto a su hermana Carmen Flores diversas giras por España y Latinoamérica. 

En sus últimos años el cine le brindó nuevas oportunidades de renacer como estrella, destacando en Truhanes, dirigida en 1983 por Miguel Hermoso, compartiendo cartel con actores de la valía de Francisco Rabal, Arturo Fernández e Isabel Mestres, y en la exitosa serie televisiva Juncal, realizada en 1988 por Jaime de Armiñán, de nuevo junto a Francisco Rabal.

Falleció el 15 de Mayo de 1995 en Madrid.